La tierra está viva. Y podemos escucharla. La divinidad, Dios, la Diosa o el constructor del universo, como quieras llamarle, Ha dejado puntos energéticos activos donde podemos encontrarlo. A estos lugares se los llama chacras o vórtices energéticos. Son sitios en el planeta donde la energía corre pura, directa de la fuente. Casualmente, por encima de estos lugares se han edificado las iglesias más prestigiosas, los dólmenes más grandes, y los templos más antiguos.
Los musulmanes caminaban días y meses para llegar a la mezquita y elevar su vibración. Los griegos, acudían al oráculo de Delfos, para saber cuál era su destino en esta vida. Los celtas cantaban y bailaban alrededor de sus árboles y lagos. Y nosotros, los hijos del mundo antiguo, realizamos viajes iniciáticos.
Los chakras de la tierra son lugares donde vamos a iniciarnos. Iniciarnos en el conocimiento de la magia, los propios dones, y en la propia verdad. Caminar por estos lugares no es una pavada, hay que hacerlo con mucho respeto y honra a la tierra. El magnetismo y la composición que los lugares de poder guardan mueven memorias no solo de esta vida, sino de todas las vidas. He vivido en carne propia que los lugares de poder nos llaman cuando queremos empezar una nueva etapa en nuestra vida. La tierra nos sana lo que la mente racional no llega a sanar, a veces dolores, traumas, tristezas muy poco admitidas aparecen para ser soltadas, y la tierra, te da la contención y la fuerza. Para cuando la memoria aparece, ya no sos el mismo que inició ese viaje, y los dramas, los temores se vuelven insignificantes en comparación con la magnificencia de la película general.
La dinámica en la que nos sumergimos en un viaje espiritual iniciático está muy alejada de ir y sacarnos fotos en los lugares. En cada lugar trabajamos espiritualmente con una herramienta para conectar y escuchar los mensajes de la tierra. Cada destino esta elegido para soltar algo y recibir algo más grande. Si queremos que esto suceda, el viaje será aventurero y un poco incomodo, a veces salirnos de los lujos y la comodidad, como lo hacían nuestros antiguos maestros, es lo único que se necesita para escuchar de verdad.
Glastonbury es el chacra corazón de la tierra. Se vuelve acá a restituir un corazón lastimado y cansado. La historia de Glastonbury está plagada de leyendas y magia. El santo grial, los celtas, Arturo, Merlín y morgana tienen su morada aquí y esperan a los iniciados de cualquier edad que quieran recordar los antiguos códigos de la magia. Sus aguas, sus cuevas y su naturaleza nos abrazan como a un niño chiquito. La relación con nosotros mismos, con la infancia y con alguna otra vida se verá reflejada en este viaje. Profundizaremos en el trabajo con la energía, las prácticas de magia antigua, la limpieza de tus chakras y de la propia aura. Volver a los rituales antiguos eleva el fuego del espíritu y nos corre de cualquier energía depresiva y rutinaria que se haya robado nuestras vidas. El misterio de Stonehenge será el sello y la bendición de los antiguos a las nuevas sacerdotisas y magos de este siglo.
Maria magdalena fue una iniciada en los conocimientos ocultos. En este viaje nos sumergimos en otra fase de la propia iniciación. La iniciación, ya no solo para sanarnos a nosotros mismos, sino para salir al mundo y aceptar nuestra misión. La palabra iniciación etimológicamente significa pasar de una fase a otra en mi vida. Recurrir al legado de María magdalena nos enseña lecciones espirituales que se han excluido de la Biblia y de la propia vida. Como vivir en el alma, como morir y no dejar nada pendiente, como comunicarse con los maestros ascendidos en vida y como curar a los que quieren ser curados con las prácticas medicinales de las plantas. María Magdalena fue y es una mujer pagana. Y nosotros trabajaremos en nuestra propia trascendencia.
Egipto es la casa de los dioses. Sus misterios se están develando y están grabados en el aire. La ruta más común es la que rodea al nilo, pero la ruta más antigua es la que se adentra en el desierto. Esa es la ruta propuesta para está iniciación.
Conocer la cara oculta de Egipto, su cultura, su gente, sus prácticas, una ruta misionera de aventura que te confrontará con la pregunta más importante de tu vida ¿Cómo estoy viviendo mi vida? ¿Qué le quiero dejar al mundo? ¿Cómo crear la vida en la que quiero vivir lo que me queda de vida?
El Egipto oculto nos pide que hagamos de nuestro cuerpo un templo si queremos ser escribas de nuestra vida.